Bizarrap y Daddy Yankee lanzaron la BZRP Music Session #0/66: cómo suena la colaboración entre dos grandes


Este miércoles 5 de noviembre por la noche, el productor argentino Bizarrap presentó su nueva BZRP Music Session Vol. 0 junto a Daddy Yankee, el pionero y leyenda viva del reggaetón. Y esta colaboración, lejos de ser una más del montón, marca un hito: es la primera vez que un artista argentino trabaja con el referente puertorriqueño, que dominó el mundo de la música desde comienzos de los 2000.
Desde los primeros segundos de la Session #0/66 -así aparece titulada oficialmente- se percibe que el productor quiso rendir tributo a las raíces del reggaetón. El beat, la cadencia y la percusión remiten a los años dorados del género, con una estética sonora que recuerda a los clásicos de Daddy Yankee.
En ese terreno, Bizarrap demuestra que conoce de memoria el ADN musical de su invitado, por lo que es capaz de crear las condiciones necesarias para hacerlo brillar al máximo. Pero lo verdaderamente interesante es que la canción no se queda en la nostalgia: trae de vuelta la esencia de aquellos años de gloria de Daddy Yankee, pero con una mezcla con lo moderno, que sitúa a ambos artistas en un mismo nivel de vigencia.
El ídolo del reggaetón, quien en los últimos años había tomado distancia del circuito mainstream para enfocarse en su fe y en la música cristiana, apareció en un registro diferente, pero sin dejar de lado esa nueva etapa. En la Session #0/66 recupera su vieja fuerza, su tono desafiante, su dicción filosa, pero con una letra más cuidada, coherente con los valores que hoy lo guían.
“Cuando me vaya de aquí nada me llevo / Sólo me voy con un amor verdadero / Los pies en la tierra siempre mirando al cielo”, canta, en una línea que no menciona la religión de manera directa, pero deja ver una mirada espiritual y una reflexión sobre lo que importa.
En esa tensión entre lo viejo y lo nuevo se sostiene la magia del tema. Por momentos parece una postal de 2004: Daddy Yankee dice palabras que disparan recuerdos inmediatos, como “gasolina” o “masivo”, y el beat tiene esa textura que remite a sus hits más explosivos. Pero al mismo tiempo, hay una madurez que se nota. Ya no se trata de encender la fiesta, sino de celebrar un legado, de reconocer el camino recorrido.
La producción, como es habitual en los temas de Bizarrap, está cuidada al detalle. La estructura del tema, con sus pausas y explosiones, está diseñada para que el oyente viaje entre la nostalgia del reggaetón clásico y la sofisticación de la música urbana actual.
El videoclip de la canción fue rodado en el tradicional estudio del productor, con su estética azul característica. Allí, Daddy Yankee aparece frente al micrófono, con una presencia imponente, pero más serena. No es el joven que agitaba estadios con Lo que pasó, pasó o Rompe, sino un artista que mira su historia de frente, consciente de lo que significa volver a ese sonido con otra perspectiva.
“Mi flow es eterno, ya no es legendario/ No te estoy hablando dólar, pero traigo el cambio”, dice en un verso que parece definirlo todo: ya no busca títulos ni récords, sino dejar un testimonio.
La numeración del lanzamiento, “#0/66”, rompió el esquema habitual de las BZRP Music Sessions y alimentó especulaciones. Muchos fans interpretaron el “0” como un reinicio, una nueva etapa dentro del proyecto del argentino. Que ese punto de inflexión llegue de la mano de Daddy Yankee no es casualidad, sino que es una forma de reconocer la historia del género y de agradecerle al artista que lo llevó a todo el planeta.
Fuente: www.clarin.com



